Monomorium es un género amplio y extremadamente diverso (alrededor de 400 especies) con aproximadamente la mitad de sus especies constituyentes situadas en la región geográfica afrotropical. La gran mayoría de las especies de Monomorium habitan en el Viejo Mundo, particularmente en los trópicos.
En España se han citado los siguientes géneros: andrei, carbonarium, algiricum, exiguum, pharaonis, monomoriu, salomonis y subopacum.
Las obreras de
Monomorium muestran una sorprendente diversidad morfológica de grupo a grupo, pero dentro de los grupos de especies tienden a ser de estructura relativamente uniforme. Este género contiene algunas de las especies más ampliamente distribuidas y exitosas del mundo. Teniendo en cuenta la amplia distribución y la riqueza de especies, no es sorprendente que Monomorium se encuentre en muchos hábitats terrestres y microhábitats. En algunos caso se considera plaga (hospitales por ejemplo) ya que pueden ser vector para la propagación de enfermedades. No es dificil encontrarlas en diversas partes de edificios o zonas interiores.
Las reinas tienen órganos copulatorios para la fertilización interna. Después de que la nueva reina se haya apareado con al menos un macho (a veces más) almacenará el esperma en su espermateca para que pueda usarlo para fertilizar todos sus óvulos durante el resto de su vida. Además, son ápteras (carentes de alas) y ergatoides (con morfología similar a la obrera) y por tanto carecen de vuelos nupciales, creando nuevos nidos mediante la escisión del nido original con parte de la colonia.
5 o 6 días después de la puesta, los huevos de
Monomorium eclosionan en larvas. Las larvas crecen y se desarrollan durante 22 a 24 días, pasando a través de varias fases de crecimiento que terminan con la muda. Cuando las larvas están listas, entran en la etapa pupal para experimentar una metamorfosis completa que se completa de 9 a 12 días después. La etapa pupal es la más vulnerable al medio ambiente y los depredadores. Las pupas son relativamente inactivas, y no comen. Por lo tanto, las hormigas adultas necesitan un total de 38-45 días para madurar completamente.
En cuanto a hábitos alimenticios, es omnívora y su amplia dieta refleja su tolerancia a diferentes hábitats. Se alimentan de líquidos dulces y también disfrutan de alimentos grasos. En su entorno natural tienen hábitos carroñeros y pueden encontrarse sobre un insecto muerto recientemente. Además usan rastros químicos de otras obreras para encontrar comida.
Dado que estas hormigas son tan pequeñas, poco se sabe acerca de los depredadores de esta especie.
Los requerimientos de humedad se suplen perfectamente con una fuente de humedad externa en la zona de forrajeo, teniendo preferencia por hormigueros recogidos con distintos matices de humedad y temperatura. En todo caso se han criado exitosamente en distintos ámbitos dado su alta capacidad de adaptación. Aún así se consideran difíciles de criar en cautividad.